Cuando observamos, desde un punto de vista global, el ecosistema que rodea al ecommerce, nos encontramos con situaciones y escenarios tremendamente diversos y curiosos en cuanto a proveedores de servicios se refiere. Sobre todo, si tenemos en mente desarrollar un nuevo canal de venta en internet para nuestra empresa o estamos pensando en crear nuestro primer negocio online y no queremos acabar en el «cementerio del ecommerce«.

formación ecommerceSe puede contar con la ayuda de un programador freelance, que conozca herramientas CMS tipo Prestashop o Magento, para que programe una tienda online. Se puede buscar un diseñador que desarrolle la parte visual. Se puede pedir asesoramiento a alguien con experiencia en marketing online para que plantee una estrategia de comunicación con el fin de conseguir visitas y compradores. Incluso, antes de todo lo anterior, se puede contratar a alguien con conocimientos globales de empresa para que enfoque el proyecto desde el principio.

Esto sería como crear un pequeño equipo externo que cubra las carencias de la empresa que lo forma, pero aunque todos estos profesionales por separado puedan ser muy buenos, el reto estaría en la gestión y la coordinación de dichos recursos para hacerlos funcionar hacia un mismo objetivo.

Otra posibilidad interesante es contratar a una agencia especializada en ecommerce, y aquí se abre un mundo enorme de posibilidades. Se pueden encontrar todo tipo de alternativas: pequeñas agencias de 4 o 5 personas con un perfil muy técnico, otras del mismo tamaño pero muy orientadas al marketing, empresas más grandes con un equipo multidisciplinar que cubran más áreas bajo la misma dirección o incluso agencias muy focalizadas a disciplinas concretas como SEM, SEO, etc. (Estas pueden encontrarse de todos los tamaños imaginables).

Igualmente, en estos casos, la empresa que contrata al proveedor o proveedores tiene una gran responsabilidad en el desarrollo y ejecución del proyecto ya que, al fin y al cabo, es su negocio.

Luego tenemos una gran cantidad de proveedores de servicios adicionales como pueden ser: sistemas de recomendación, servicios de chat online o CRM, herramientas de valoración por parte de los compradores, algoritmos de búsqueda de producto en la tienda, etc., etc. y un largo etc.

Y si hablamos de plataformas, las opciones son de lo más variado tanto en software libre como en SaaS, por lo que buscar la más apropiada puede ser una misión de lo más entretenido.

Ni que decir tiene que todo lo demás, lo que está relacionado con el propio negocio, estamos dando por hecho que está contemplado y controlado, ya sea producto, personal, recursos financieros, logística, operaciones, instalaciones, etc.

formación ecommerce

Dicho todo esto, si ya es bastante complicado crear y gestionar una empresa tradicional, ¿cómo no lo va a ser crearla con un canal de ventas en internet? Mucho más me atrevería a afirmar. Y no solo me refiero a proyectos de emprendedores que nacen ahora con una filosofía 100% online, también estoy pensando en empresas con cierta «solera» en el mundo offline que están dando sus pasos (desde hace más o menos tiempo) en internet.

El reto principal, ya sea contando con un equipo externo o creando uno propio en la estructura interna de la empresa, es coordinar todas las variables del negocio y alinearlas hacia un objetivo común. Y esto va a ser tremendamente complicado si no se tiene la formación adecuada en lo que al ecommerce se refiere y, por tanto, no se toman las decisiones apropiadas. El máximo responsable del proyecto debería ser el primero en formarse para saber determinar sus necesidades prioritarias y poder buscar las soluciones más adecuadas.

El problema principal es que, en la mayoría de los casos, por no cuidar este punto se toman decisiones erróneas eligiendo a las personas, proveedores o socios menos convenientes. Y cuando el  proyecto se complica o no sale como esperábamos, en lugar de examinar las razones de la equivocación, le cargamos las culpas a los terceros diciendo que no valen para las funciones que se les ha pedido o que nos han vendido una «cabra» (aunque seguro que vendehúmos los hay en todos los sitios, pero no siempre es el caso).

¿Y dónde podemos encontrar formación en temas de ecommerce? Pues por suerte o por desgracia, la oferta formativa actual es casi tan variada e indeterminada como las opciones disponibles para poner en marcha un canal de venta online. Es algo que ha crecido tan trepidantemente rápido que es complicado poder diferenciar el grano de la paja, o mejor dicho, lo que para uno es grano y para otros, paja.

Podemos disponer de todo tipo de opciones, desde ponencias y eventos de toda índole organizadas por instituciones públicas o privadas, de entrada gratuita o entrada de pago, hasta Masters y Cursos Superiores de universidades o escuelas de negocios, pasando por talleres que imparten profesionales independientes, agencias, asociaciones o grupos de empresarios.

Y por si todo esto no fuese suficientemente complicado, podemos empezar a descubrir la gran variedad de nuevos perfiles laborales (growth hacker, web optimizer… que están surgiendo alrededor del ecommerce, muchos son evolución natural de otros tradicionales y algunos totalmente nuevos, desconocidos y no por ello menos importantes. Todo un reto para las agencias de contratación y para los directores de Recursos Humanos que empiezan a tener dificultades en determinar las necesidades reales de contratación, la definición de los puestos y, por tanto, los procesos de selección.

Mi recomendación, si sirve de algo, es formarse hasta tener un criterio propio adaptado a nuestro sentido común como empresarios o directivos, aprender a diferenciar lo bueno de lo menos bueno y lo apropiado de lo inapropiado, y sobre todo experimentar, atreverse, probar, entrar, descubrir, equivocarse y caminar hasta conseguir alinear los objetivos globales de la empresa en todas sus facetas y áreas.

formación ecommerce

En los últimos 5 años se han producido más cambios que en las últimas dos décadas y a muchos les ha pillado el toro. Hay que ponerse al día y apretar el acelerador si no queremos quedarnos fuera de la carrera. Dejemos de criticar y pongámonos manos a la obra con la misma ilusión que cuando iniciamos algo nuevo.

Los cambios que se avecinan en los próximos 5 años, creo que van a ser tanto o más divertidos que los que ya se han producido. Lo bueno es que no hay gurús, no existen, está todo por hacer y por descubrir, y todos tenemos las mismas oportunidades. A por ello.