Chris Anderson, el conocido editor de la revista Wired y autor de los libros The long tail y Free, nos propone ahora otra lectura que, desde mi punto de vista, cierra el círculo de sus anteriores reflexiones.

Blockbusters - Anita ElberseLa teoría del long tail revolucionó el concepto de gestión en el mundo digital. En un primer momento, directamente aplicada a la oferta comercial en comercio electrónico. Poco después se vio que su aplicación y vigencia incluía muchos otros aspectos entre los que se encuentran algunos tan variados como la distribución de la audiencia en internet o las búsquedas de palabras clave en buscadores. La controversia surgió pronto de la mano de Anita Elberse (profesora de Harvard BS) que cuestionaba el modelo propuesto por Anderson debido a la hipotética falta de rentabilidad del long tail. Elberse recientemente ha publicado un libro en ese sentido relacionado con la industria del entretenimiento.

Parece que el editor de cabecera de los geeks del valle del silicio no se ha querido callar y con su nuevo libro nos propone una nueva visión de la producción industrial que sin duda haría viable cubrir la indiscutible demanda long tail. El libro se llama Makers y, desde luego, lo recomiendo.

Makers Chris AndersonPara Anderson está empezando a suceder lo que él denomina el movimiento maker, mediante el cual miles de emprendedores, tomando como base el espíritu “Do it yourself”, están iniciando una nueva revolución industrial donde las economías de escala pierden peso o simplemente dejan de tener sentido ante nuevas realidades como son:

      • El creciente espíritu emprendedor que lleva a multitud de personas a preferir trabajar de manera autónoma o en pequeños talleres en lugar de grandes empresas multinacionales.
      • Disponibilidad, asequibilidad y sencillez de herramientas de prototipado rápido. Hoy disponemos todos de software de coste ridículo o incluso gratis, con los que se pueden hacer cosas extraordinarias, herramientas que se aprenden a manejar rápido gracias a su sencillez.
      • Tendencia a la innovación abierta: Los creadores generan y comparten como nunca sus propuestas de nuevos productos y mejoras de los existentes. Lo hacen forma natural y más eficiente debido a las múltiples herramientas de escritorio que permiten diseñar y trabajar en red en grupos de trabajo extraordinariamente heterogéneos (en nacionalidades, lugares de residencia y perfiles profesionales) con una extraordinaria eficacia y eficiencia.
      • Nuevas herramientas que permiten producir casi todo de un modo eficiente, sin necesidad de que la producción sea a escala masiva: impresoras 3D, cortadoras láser, escáneres 3D…
      • Tendencia a la personalización extrema: En todo.
      • Crowdsourcing: aparecen plataformas como Quirky que permiten diseñar y desarrollar proyectos de nuevos productos de forma colaborativa integrando múltiples perfiles de individuos que ponen su granito de arena y se ven remunerados por ello. Aunque su participación sea pequeña, si su contribución es aceptada ya entra en el reparto.
      • Crowdfunding: para financiarlo. Casos como Pebble que produjo el que puede ser considerado el primer smartwatch utilizando el pago adelantado de muchos clientes que desean tener uno de esos prototipos y para ello estaban dispuestos a pagarlo antes incluso de estar 100% definido el proyecto y, desde luego, antes de ser producido. O a través de plataformas como Kickstarter que permiten levantar capital sumando multitud de pequeñas cantidades de miles o millones de inversores particulares con “poco” poder de inversión individual.
      • Organizaciones líquidas: compuestas cada vez menos por trabajadores en plantilla y cada vez más por múltiples profesionales que colaboran parcialmente en diversos proyectos cuando se requiere. Algo parecido a lo que hacen los actores o dobladores con las producciones audiovisuales. Cada vez esto será más habitual. Ya lo es en profesiones como diseñadores, fotógrafos, programadores… al igual que lo ha sido toda la vida con abogados, arquitectos o transportistas.
      • Open Hardware: ¿Te parece una locura? Lo mismo parecía sobre el software y hoy en día hay multitud de software open source que funciona de maravilla. En la actualidad ya existen todo tipo de gadgets open source

 

La regla de la long tail ya demostró que en un ecosistema digital la demanda tiende a dispersarse perdiendo peso los productos de venta masiva y, sobre todo, apareciendo una inmensa demanda de multitud de productos minoritarios con poca demanda individual pero que, en su conjunto, suman una gran cantidad de demandas o ventas.

long_tail_theory_of_everythingLo que estaba y continúa estando en cuestión es si producir para satisfacer esta demanda es un buen negocio. Anderson, según todo lo anterior, sostiene que estamos a punto de vivir una nueva revolución industrial que dará una respuesta eficaz (cubriendo esta demanda) y eficiente (a un coste razonable y rentable).

Los emprendedores e inventores ya no dependen exclusivamente de las grandes empresas para hacer realidad sus ideas. Ahora pueden enviar sus diseños a pequeños talleres especializados y fácilmente accesibles a través de la red para que sean producidos rápidamente y con un coste asequible.

Todas estas tendencias se consolidan en ejemplos como Etsy, Quirky, Local motors, Tesla, … Y sobre todo otros muchos, multitud, menos o nada conocidos, que se apoyan en empresas como: MFG,  Techshop, DIY e incluso Alibabá para producir sus diseños.